
1.- Visitamos nuevamente el Centro de Cuidado Infantil PICHI RAYEN, y pudimos comprobar que continua cerrado- Unos 75 infantes se ven privados del uso de estas instalaciones y numerosas familias pobres no tienen donde ubicar a su niños en tanto sus padres trabajan.
El desinteres y la indolencia de algunos funcionarios municipales han dejado en el olvido y desamparo a un humilde sector de nuestra sociedad.


2.- Tambien volvimos a los foodtrucks ubicados sobre el final de la avenida San Martín y comprobamos que las instalaciones electricas siguen en el más absoluto abandono. A ello sumamos que han desaparecido los tableros de 9 pilares, con la perdida de llaves termicas y disyuntores – por un valor de +/-$ 500.000.- cada uno.
Es tarea de la Contraloria verificar que la administración municipal cumpla con las normas vigentes, tarea imposible cuando hay funcionarios que no funcionan.